miércoles, 30 de noviembre de 2011

Hígado Graso: Causas y tratamientos


Hoy en día, el poco tiempo que tenemos para alimentarnos bien a causa de todas las actividades diarias, nos remite a las comidas rápidas, como hamburguesas o papas fritas. Y es que el tiempo no alcanza, muchas veces, para sentarnos a la mesa a disfrutar de una comida saludable y balanceada.
Asimismo, los constantes eventos sociales con familiares o amigos hacen que consumamos alcohol en cantidades no moderadas. El consumo de alcohol es cada vez más fecuente y la edad en la que las personas comienzan a experimentar con alcohol es cada vez menor. Por ejemplo, en Argentina los jóvenes consumen alcohol desde los 14 años.
Son estos y muchos otros factores los que dañan el funcionamiento de nuestro organismo. Son miles las enfermedades que nos afectan en la actualidad y todo por los malos hábitos; enfermedades como los infartos, por el alto consumo de grasas, o la cirrosis, por la ingesta de alcohol no moderada, son algunas de ellas.

Las enfermedades al hígado son muy comunes en la actualidad y no solo hablamos de la hepatitis viral, sino del hígado graso, sobre lo cual comentaremos un poco para liberar las dudas que nos asaltan cuando pensamos en este mal.
El hígado es uno de los órganos más importantes, ya que se encarga de purificar la sangre, ayuda al cuerpo a utilizar los alimentos como nutrientes y a digerir las grasas por medio de la bilis, almacena vitaminas y minerales, entre otras funciones necesarias.
Cuando el hígado no funciona correctamente, se producen ciertos problemas, como el hígado graso. Este problema es causado por la mala alimentación, la obesidad, la diabetes, la desnutrición en proteínas y el elevado consumo de alcohol durante la vida.
¿Cómo detecto si tengo hígado graso? Pues, las únicas maneras de detectarlo son mediante exámenes de sangre (para evaluar el nivel de transaminasas), ecografías (para determinar el brillo del hígado; mientras más brille, más enfermo está) y biopsias hepáticas. Este último punto es necesario para saber el grado de padecimiento en el que se encuentra el hígado.
¿Y hasta qué punto pude padecer mi hígado? El grado más severo al que puede derivar un hígado graso es a la cirrosis -o cáncer hepático-. Es por ello que deben hacerse biopsias para determinar en qué grado se encuentra el hígado graso; si existe fibrosis se deben realizar tratamientos más severos, ya que del hígado fibroso es de donde resulta la cirrosis en un mayor porcentaje.
¿Hay tratamientos para prevenir el hígado graso? Sí los hay, pero esto depende mucho de nuestra fuerza de voluntad y de la buena alimentación. Evitar el consumo excesivo de alcohol, el hambre, la falta de proteínas en nuestra dieta diaria y las grasas en demasía nos pueden ayudar a prevenir el tener un hígado graso.
¿Existen tratamientos para curar un hígado graso? Lamentablemente, no. El hígado graso no se cura, pero se puede tratar de “desacelerar” el proceso de la patología. No consumir alcohol, hacer ejercicios y tener una dieta balanceada son algunas de las recomendaciones. El consumo de Vitamina B7, también llamada Colina o Vitamina J, ayuda a que la grasa no se acumule ni se deposite en el hígado.




Fuentes: Hepatitis, Alimentación-Sana, SCielo, Terra.

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